viernes, 29 de julio de 2016

Mario Landía

Mario Landía no quiso someterse a la prueba de infertilidad por temor a que revelase que era él el causante de que no tuvieran hijos y quedase así en entredicho su virilidad. Pero lo que entonces se puso de manifiesto fue su cobardía, y de paso su egoísmo, pues la prueba podría haber revelado una mera disfunción de fácil arreglo que les hubiese otorgado la posibilidad de tener hijos. Su mujer se dio cuenta entonces de que su marido era un hombre débil y no tuvo más remedio que aceptarlo. Luchó para que de su desilusión no naciese ningún tipo de amargura que acabase minando los cimientos de su matrimonio. A él no se le ocultó sin embargo que su decisión supuso para ella un duro golpe, pero esto no le hizo cambiar de opinión. Con una mezcla de descaro e ingenuidad no dudó ni por un momento que su mujer no se lo tendría en cuenta.

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