jueves, 30 de junio de 2016

Un tipo: 1

Su madre siempre pensó que al carácter de su hijo le había afectado la apendicitis, que la puso al borde de la muerte, que había sufrido cuando estaba en el séptimo mes de gestación. Acudía a este incidente cada vez que, al ser objeto de críticas, quería disculpar su carácter esquivo y huidizo, eléctrico e introvertido. 
Aunque afectivamente carecía de capacidades expresivas, no ofrecía la imagen de un hombre seco sino la de alguien que involuntariamente no tenía opciones para salir de sí mismo en un beso o en un abrazo. No había que olvidar con todo las raras ocasiones en que sí lo hacía, como cuando dijo que, llegado el caso, pasaría gustoso sin comer para que sus hermanos pudieran hacerlo. Sus tics, su movilidad nerviosa, lo rápido que hablaba, deponían a favor de una carga sentimental ahogada, reprimida, con la que finalmente parecía que había podido llegar a convivir en paz.
En las fotos, ya desde niño, se apreciaba muy bien este atrás en el que quedaba con respecto al resto, con una expresión siempre algo triste. Cuando un año después nació su hermano, con un carácter más fuerte que el suyo, se sintió siempre a su sombra por más que nunca fue la intención de este hacérsela. Pasarían los años y, en la juventud, cuando formaban parte los dos del equipo de fútbol del pueblo, cuando tenía ocasión de pasarle la pelota a su hermano menor nunca lo hacía, un acto mínimo de inconsciente venganza.

miércoles, 29 de junio de 2016

Puro-físico

Cuando Ángel y yo, visitando la exposición Los objetos hablan, de la que habló él en varias entradas de su blog, estábamos ante uno de esos cuadros que reproducían las despensas de los grandes señores, y que serían los antecesores directos de los bodegones, se me vino a mí a las mientes que la andadura de los primeros a los segundos sería el que va de lo físico a lo metafísico. El bodegón clásico acabará centrándose en una parte de esos más groseros cuadros iniciales, de modo que aparecerán ya solo las cuatro o cinco cosas que serán más tarde y en adelante los únicos protagonistas de los bodegones. Al mencionar Ángel el muy clásico y maravilloso de Zurbarán, postulé yo entonces mi teoría. El objeto que se aísla y se depura en este bodegón del pintor extremeño alcanza tal pureza física que yo me vi tentado a declararlo metafísico. Pero entonces, mejor que metafísico, será decir que es “puro-físico”, lo físico en su más alto grado de pureza y concreción. 

domingo, 26 de junio de 2016

Leire


Es bonita, ¿verdad? Os la presento: se llama Leire y es mi primera sobrina nieta. Soy pues, oh maravilla, tío abuelo. Es hija de Jacobo, mi sobrino, y de Rosa, su mujer. ¡Larga vida, Leire!

viernes, 10 de junio de 2016

De alguna manera

Sean cuales sean los hombres y mujeres que nos rodeen en cada etapa de nuestra vida, de alguna manera la salvación de Dios nos vendrá también a través de ellos.

jueves, 9 de junio de 2016

Jane Fonda

Jane Fonda está grandiosa en la igualmente grandiosa La juventud, de Paolo Sorrentino. Su actuación solo ocupa cinco minutos en el metraje de la película pero ella consigue que parezcan muchos más. A mí siempre me pareció una actriz enorme. Ahí están, para demostrarlo, Los felinos (1964), La jauría humana (1966), Descalzos en el parque (1967), Danzad, danzad, malditos (1969), Klute (1971), El regreso (1978) y Cartas a Iris (1989), entre otras. Cuando en su momento se dijo que Jane Fonda había comprado los derechos para hacer un remake de Mujeres al borde de un ataque de nervios en la que ella haría el papel que Carmen Maura había hecho en la película de Almodóvar, cada vez que mi admirado y recordado crítico Ángel Fernández-Santos le negaba a la actriz norteamericana cualquier posibilidad de llegar siquiera a la suela de los zapatos de la actuación de la actriz española, yo me irritaba. “A Jane ni tocarla, ¿vale?”, le decía en mi interior. Nunca sabremos qué habría dado de sí la performance de Jane Fonda en ese remake nunca realizado, pero nadie la sacará del Olimpo en el que residen las mejores actrices de todos los tiempos. Y de las más bellas, ojo.

miércoles, 8 de junio de 2016

De los nervios

Cada vez que de pequeño oía que una persona padecía de los nervios siempre me imaginaba a alguien al que asaltaban espasmos, se tiraba de los pelos y pegaba saltos una y otra vez hasta que el ataque de los nervios cesaba. Mi mente infantil nunca supo trazar la línea que iba del sistema nervioso a las enfermedades que hoy sé que están en relación con él. Supongo que el problema estaba precisamente en la expresión “ataque de nervios”, donde estos no podían ser otra cosa que aguerridos atacantes que provocaban cuando menos bailes de San Vito y cosas parecidas.

martes, 7 de junio de 2016

Sala es verano

Antes de ayer cené por primera vez este año en la sala. A estos efectos, el verano ha empezado. El sol durante el día calienta la sala y a las nueve de la noche hay todavía luz porque los días son largos. Tendré el sofá para almohadillarme y la mesa para poner sobre ella mis piernas. Si el sueño tira de mí, mi cabeza encontrará en la parte superior del respaldo el apoyo perfecto. Este año además tenemos la estantería que nos faltaba y que tuvo a bien regalárnosla mi hermano Rodrigo. Es sencilla y moderna, con un tubo rectangular de acero que actúa de marco y en la que se sujetan las grandes baldas de madera de color miel. Enseguida se llenaron de fotos familiares. Cocina es invierno y sala es verano. Qué bien.

lunes, 6 de junio de 2016

Una alegría

Una alegría pequeña es solo una alegría pequeña y una alegría grande es solo una alegría grande. No les pidas más.

sábado, 4 de junio de 2016

The Graham Norton Show

“The Graham Norton Show” me reporta muchas alegrías porque comparecen muchos actores y actrices, conocidos la mayoría y desconocidos la minoría, admirados y amados por mí muchos de ellos. Aunque no entiendo ni jota me da igual: me basta con verlos. Verlos en acción sin la máscara del personaje, verlos pues en persona, contestando a las preguntas de Graham Norton, riendo y haciendo reír, es para mí un placer sumo. Creo que es la única idolatría que me permito, siendo muy consciente de que los idealizo. Ellos me dirían, y con razón, que su trabajo no es tan milagroso como uno piensa, solo una mezcla de técnica y de alma. Lo que ocurre es que, dado que encarnan en el cine realizaciones del ser humano que el marco de una pantalla catapulta, y que estas realizaciones son personajes de carne y hueso con los que se entra en contacto para salir siempre enriquecido, les guarda entonces uno eterno agradecimiento hasta el punto de sentirlos como hermanos.

viernes, 3 de junio de 2016

jueves, 2 de junio de 2016

La religión del "y"

“¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios”
y
“Me llamáis ‘el Maestro’ y ‘el Señor’, y decís bien, porque lo soy”.

“Se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre (...) Dios es espíritu, y los que adoran deben hacerlo en espíritu y verdad”
y
“Haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo (...) y (...) les dijo: ‘no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre’”.

miércoles, 1 de junio de 2016

Implorando a Gaudí

Estoy vitalmente interesado en que Gaudí obre el milagro de que la hija de una gran amiga “deje de ver puntos, que no se le escondan las letras” -así me lo escribía ayer en un wuasap- pues está afectada por la enfermedad de Stargardt, una afección en la mácula de la retina que la podría dejar ciega. El próximo día 10 de junio es el 90 aniversario de la muerte de Antonio Gaudí, fecha para la que estaba programada su beatificación. Al arquitecto catalán se le atribuye la devolución milagrosa de la vista a una mujer ciega de Reus, ciudad natal de Gaudí. Estoy al tanto de esto porque fui mi amiga la que, entre lágrimas, me lo contó y la que me pidió que se sumara a su ruego, y que, sí podía, sumase también a otros. Por esta razón, a quienes queráis y podías, os pido que os unáis a esta imploración, por ella, por X, una chica de 22 años.