martes, 3 de noviembre de 2015

La principessa

“Buongiorno, principe”, me dice muchas mañanas cuando llego al trabaja. “Buongiorno, principessa”, le contesto.

La principessa, en uno de sus viajes a países exóticos, se vio en apuros al quedarse rezagada cuando bajaba de un volcán, pues su paso era más lento que el del resto del grupo que la acompañaba. Cuando este llegó a un punto en el que se abrían dos caminos, la guía no tuvo el detalle de darse la vuelta para comprobar si estaban todos. Al llegar aquí, la principessa se dijo: “¡Mio Dio, ora che faccio!” Unos jovencitos motoristas aparecieron de pronto, si bien, al no saber ella inglés, malamente iba a poder entenderse con ellos. El caso es que le vino a la cabeza el famoso “Don’t worry”, de Bobby McFerrin, y así se arregló todo.

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