lunes, 29 de junio de 2015

Don Nadie

Te agarras a emociones que tienen que ver con acciones futuras, te exaltas con ellas y de nuevo te equivocas.

Es justo que lo que esperabas no sea como lo esperabas: la vida imparte así una buena lección.

Si fuera santo se acabarían todos mis problemas.

¿Necesitas realmente el aplauso? No, el cariño es lo que necesito, la atención de ese muy específico alguien que no te atiende como tú lo pretendes.

No quiero ninguna dicha que no sea la que tú me des, y en ella, callar.

No quiero exultar de gozo salvo que sea un exultar bien.

Regalar sin esperar nada a cambio. Dar gratis.

Ser un Don Nadie para ser auténticamente libre. En esto tiene razón Muñoz Molina.

Mucha soledad puede hacer daño, también la soledad querida.

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