miércoles, 27 de mayo de 2015

Desde cero para quedar en cero

¿Cómo leer sin esperar del libro más que su humilde compañía durante unas horas, días o semanas de nuestra vida, el cual a su vez espera contar con la compañía de un lector que nada quiera “saber”, nada quiera “conocer”, nada quiera “registrar”, nada quiere “almacenar”, que solo quiera estar a su lado, viviendo juntos, respirando juntos, mano con mano de camino a ningún lugar o a todos los lugares? ¿Hay una manera de ser lector que ha muerto en mí y hay otra, más humilde, menos avariciosa, menos codiciosa, menos lujuriosa, menos soberbia, menos golosa, que quiere nacer? Ojalá, porque yo ya no quiero leer para “saber” ni para decir que he leído, sino para vivir, con perfecta “inutilidad” y sin ningún tipo de ambición. Leer desde cero para quedar en cero, y siempre así.

No hay comentarios: