Hay fases de la vida escritora que se agotan
y en las que también nos agotamos nosotros. En los primeros años de este blog
abundaban las frases o párrafos breves que yo quería de una belleza cortada,
fulgurante. Llegó un momento en que comenzaron a hastiarme y la cosa murió de
muerte natural. Ahora me pide la mente narrar la vida que me sale al paso sin
grandes pretensiones, con ánimo de nada, sólo de encontrarme yo bien haciéndolo
y ya está.
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