jueves, 18 de septiembre de 2014

Los remedios

X. me estuvo hablando de su mal estado de salud. No sabía que el año pasado había estado seis meses de baja por culpa de una vértebra y del nervio ciático. Sólo con morfina pudieron calmarle el dolor. Su hijo tuvo que ponerse al frente de la cafetería. “Menuda conversación te estoy dando, ¿eh?” “Mujer, ¿qué hay de malo en hablar de lo que nos pasa?” Nada de malo y mucho, mucho de bueno, sobre todo porque así se sale del propio garito y aunque no se remedien por ello los dolores del cuerpo, tan concretos, tan brutos, se remedia sin embargo algo la vida, que impremeditadamente nos sale siempre al encuentro.

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