sábado, 14 de junio de 2014

No se enfada

Ya oí decir a varias personas que Pablo Iglesias, el líder de Podemos, “no se enfada” en las tertulias televisivas en las que participa (o participaba), y  tal observación pretendía ser desde luego un elogio. El subtexto que hay aquí es que muchos otros sí que se enfadan, y esto los afea. Hice una pesquisa en youtube y comprobé que era cierto lo que mis amigos decían. “Un buen punto a su favor” me dije, no sin envidia. Tampoco es que enojarse en el transcurso de un debate sea particularmente grave, salvo que esto ocurra demasiadas veces, porque entonces la calidad de la argumentación se verá afectada por esta insidiosa presión sanguínea. La energía así perdida es una energía de la que ya no podrá disponer la propia razón en sus esfuerzos reflexivos. Tanto si es una aptitud heredada o una aptitud adquirida (¡qué mérito tiene esto último si uno es de naturaleza temperamental!), es una de las condiciones para que, junto con otras, pueda darse un buen diálogo, o por lo menos un diálogo más exitoso.

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