martes, 3 de junio de 2014

Batería política

¿Son los líderes políticos los que deben encabezar los proyectos que ilusionen a los ciudadanos? ¿Hasta qué punto depende de ellos la cohesión de una sociedad? ¿Una desilusión política acarrea inevitablemente una desilusión social y moral? ¿Qué cuota de liderazgo les corresponde a los representantes políticos y cuál es exactamente su tipo dentro de lo que podríamos denominar “el liderazgo de una sociedad”? En tanto no fallen los líderes de otros ámbitos, ¿cuánto importa que fallen los del ámbito político? ¿Se espera de los políticos demasiado y por ello equivocadamente? ¿En qué medida son ellos mismos los responsables de esta “equívoca demasía”? ¿Qué errores les imputamos injustamente, que culpas cargamos sobre ellos, cual chivos expiatorios, sin que en realidad las tengan? ¿Una sociedad fuerte no es aquélla que no se deja quebrar aunque quiebre la clase política?

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