En Una vida presente,
Julián Marías dejó escrito lo siguiente: “Toda mi vida he tenido una capacidad
para la amistad mayor que la habitual (...) Y un rasgo más, que creo muy
característico en mí, es la resistencia a dejar ‘escapar’ las posibles
amistades que me parecen valiosas y atractivas. Es muy frecuente que por falta
de imaginación, por timidez o por simple pereza, no se desarrollen, o se
extingan apenas iniciadas, relaciones personales que podrían ser ingredientes
de profunda significación en la vida”.
¿Fue X una amistad que yo dejé “escapar”, “por timidez” sobre todo? Nunca me atreví a proponerle que quedáramos, quizá porque al principio me hechizó su personalidad dejándome sin capacidad de reacción. La timidez siempre arguye temores y yo los tuve ante él. En otras ocasiones sin embargo no me faltó la audacia y no se me escapó la posible y después ya real amistad.
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