martes, 10 de diciembre de 2013

Antes del cruce

Cuando vemos venir de frente a un conocido con el que enseguida nos vamos a cruzar, a determinada altura bajamos la mirada y la cabeza. ¿Por qué lo hacemos? ¿Por timidez? Creo que no, o no sólo, pues me parece que también los que no son tímidos lo hacen. Sólo cuando ya estamos a punto de cruzarnos levantamos la cabeza y nos saludamos. Antes de este momento algo indica que obligatoriamente nos sometemos, que si no bajásemos la mirada faltaríamos a no sé qué cortesía o humildad. Cuando ya no hay distancia entonces sí que hay que mirarse, es lo esperable y lo exigible. En los metros previos, los que van de la media distancia al momento del cruce, sólo inclinándonos no faltamos a algún tipo de respeto.

No hay comentarios: