jueves, 28 de noviembre de 2013

Aforística

¿Somos el remedio o somos la herida? A veces las dos cosas. 


A la fe no hay que pedirle evidencias sino confianzas. 

El que contempla no escudriña.

En el cielo ya no habrá que esforzarse.

Amar a los enemigos es la mejor manera de defenderse de ellos.

El sabio nunca sube el tono. No lo necesita para tener razón.

Aceptar la brillantez si viene de suyo.

Los ojos cerrados guardan lo que han recogido los ojos abiertos.

Los humildes son los seres más inteligentes del mundo: saben lo que vale.

La palabra es a la boca lo que la llama al mechero.

Quien pretende deslumbrar no busca la verdad sino que se vea la cola de pavo real de su inteligencia.

2 comentarios:

E. G-Máiquez dijo...

"El que contempla no escudriña", es una joya.

Y otros tres que me memorizo:


"Amar a los enemigos es la mejor manera de defenderse de ellos".

"Aceptar la brillantez si viene de suyo".

"Los ojos cerrados guardan lo que han recogido los ojos abiertos".

Agradecer, te los agradezco todos.

Jesús dijo...

Muchísimas gracias, Enrique.
Un abrazo