viernes, 18 de octubre de 2013

Los clavos

¿Cómo no se desgarraron tus manos mientras tu cuerpo, colgado en la cruz, tiraba con todo su peso hacia abajo? Pudieron más los clavos, mientras a ti te desgarraba una tensión infinita.

1 comentario:

Miriam dijo...

Cuanto a descubrir cuando fallezcamos
Y nos quedaremos con la boca abierta al ver tnto dolor y tando Amor