domingo, 3 de junio de 2012

Nubofilia


Lo mío, últimamente, es la nubofilia. No me canso de mirar las nubes, las merengadas y las no merengadas, bellísimas a más no poder, componiendo paisajes de una diversidad infinita. Unas quieren ser comidas, otras habitadas, otras acariciadas, y todas, contempladas. Qué gama de grises, de azules, de blancos, qué poderío para constituirse en techumbre fantástica, distinta cada día, cada hora, cada minuto. Y verlas quietas una vez, y moviéndose otras, aquí nave espacial, allí borbollón algodonoso, allá manto perla y regio.

No hay comentarios: