sábado, 14 de abril de 2012

Fanny Pelopaja


Mujer tirada, sodomizada, lamida, arañada: te encontraron en la habitación de un hotel, con la vista y la razón perdidas, debajo de un hombre muerto por el puñal que tú le habías clavado en la espalda. El precio de tu justicia fue desvanecerte, desaparecer, mudar de mundo, pues este ya no lo soportabas; aguantaste lo justo para castigar a quien tenías que castigar, aunque para eso tuvieras que sentir otra vez sobre tu cuerpo destrozado el peso de su cuerpo.
Parecen las vidas destinos que se cumplen, fatalidades que se realizan, cuando se llega a un punto sin retorno. Lo que haya debajo de la locura, más allá de la conciencia, lo sabe Dios. Algo tiene de sagrada cuando oculta tanto a una persona a nuestra vista que sólo vemos su sombra, o ni siquiera eso.
(Inspirado en Fanny Pelopaja, de Vicente Aranda).

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