domingo, 18 de marzo de 2012

Ante el tocador


Desde el guiñapo que se levanta de la cama hasta el hombre compuesto que sale para el trabajo, ha tenido lugar un proceso estético, reconstructivo. Primero la limpieza interior -vaciado de vejiga e intestinos-, después la exterior -ducha y cambio de indumentaria- y finalmente el mantenimiento -desayuno-. El orden puede variar, claro, dependiendo de las preferencias del individuo. El caso es salir hermoseado al mundo.

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