jueves, 29 de marzo de 2012

Fecundación desasistida


La biología se lo pone tremendamente fácil a la vida para que esta se abra paso, sólo el mero acto que permite que un espermatozoide fecunde a un óvulo, una sencilla operación que no exige certificados de amor, ni de compromiso, ni de responsabilidad. Así, un encuentro impersonal y anodino entre dos absolutos desconocidos puede dar a luz a un nuevo ser. Que la naturaleza continúe siendo fecunda en estos casos, como si nada pasara, sin parar mientes en “exquisiteces” humanas, no deja de ser tremendo. Como en el resto del mundo animal, basta que haya habido unión biológica para que el proceso reproductor inicie su curso: nada importa que en el asunto no haya participado el amor.

martes, 27 de marzo de 2012

La vida


No nos basta a veces con narrar la vida; quisiéramos también contabilizarla, reducirla a número, para que fuese más apresable, menos difusa, con dos columnas claras, una para su “haber” y otra para su “debe”. Menos mal que esto no es posible, no sólo por la impotencia de quien quisiera intentarlo, sino por la materia misma, la vida, que siempre es carne y nunca desnudo esqueleto.

sábado, 24 de marzo de 2012

La verdad


La verdad absoluta es la verdad última (verdad primera), la verdad meta (verdad fuente), la que ya no depende de otra para seguir siendo verdad. Pero su independencia no significa que no mantenga en su seno todas las que apuntan a ella y de ella derivan: es siempre inclusiva de todo lo que es verdad. ¿Cómo podría la Verdad excluir las verdades? Desde este punto de vista, Antonio Machado no tiene razón cuando dice: “Tu verdad no; la verdad / y ven conmigo a buscarla. / La tuya, guárdatela.” Pues no: tu verdad sí, si es verdad, y la mía también, si igualmente lo es, relativas, claro, pero “relativo” significa “que guarda relación con alguien o con algo” (DRAE), alguien o algo de los que depende para ser. Así, el hijo “es relativo al padre” y el esposo es “relativo a la esposa”. Nuestras verdades, la tuya, la mía, “relativas a la Verdad”. Por eso no las guardamos sino que, como brújulas, seguimos el camino que señalan.

viernes, 23 de marzo de 2012

Perdono luego olvido


“Perdono pero no olvido”. Un “pero” adversativo, un “pero” adversario, que me chirría en los oídos como una pura contradicción. Decir “no olvido” es declarar que se va a actuar en contra del olvido, que uno va a mantener vivo el recuerdo del dañador y el daño, para que no decaiga la vigilia, la vigilancia de quien nos hirió. ¿Cómo se va a poder perdonar si al mismo tiempo no se abandona esa memoria vigía? Contra esta contradicción, el pleonasmo: Perdono luego olvido.

domingo, 18 de marzo de 2012

Ante el tocador


Desde el guiñapo que se levanta de la cama hasta el hombre compuesto que sale para el trabajo, ha tenido lugar un proceso estético, reconstructivo. Primero la limpieza interior -vaciado de vejiga e intestinos-, después la exterior -ducha y cambio de indumentaria- y finalmente el mantenimiento -desayuno-. El orden puede variar, claro, dependiendo de las preferencias del individuo. El caso es salir hermoseado al mundo.

sábado, 17 de marzo de 2012

Encargos


También dentro de la literatura hay obras maestras que fueron encargos y que de otro modo no hubiesen visto la luz. El padre Bruckberger le pidió a Bernanos que adaptase para el cine la obra La última del cadalso, de Gertrud von Le fort, y así nació Diálogo de Carmelitas. En 1989 Álvaro Pombo aceptó el encargo de la editorial Planeta para escribir un libro sobre el santo de Asís y así vio la luz Vida de San Francisco de Asís.
Hubo veces en que, en horas vacías, bajas, imaginé que alguien podría sacarme de mi torpor si, con voz de solícito mando o de ruego, me pedía algo. Falto de llamadas interiores, una venida de afuera sería la salvación, correría otra vez mi mente y mi mano.

Cicatriz

La cicatriz perfecta ha olvidado que fue herida.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Exigencia y gracia


“El cristianismo es absoluta exigencia y absoluta gracia”, nos dijo un día Olegario. Si Dios no nos exigiese nada, no lo respetaríamos. Si no nos diese nada, no lo amaríamos.

martes, 13 de marzo de 2012

Una sencilla investigación


Hace años que le tenía ganas a El concepto de angustia, de Kierkegaard. Como tantos otros libros, los que uno compra y después no lee, se moría de decepción y aburrimiento en su anaquel. Mi interés al comprarlo fue el contenido que el subtítulo anunciaba: Una sencilla investigación psicológica orientada hacia el problema dogmático del pecado original. ¡Anda!, y caigo ahora en la cuenta de lo de “sencilla”. ¡Pues menos mal! El caso es que no entendí absolutamente nada. Como el libro es pequeño, no abandoné la lectura a la espera de que en algún momento bajase desde las cimas de su angustia ininteligible a otra que mi pobre cerebro pudiese procesar. Pero no. Kierkegaard, imperturbable en su “sencillez”, me trajo loco en lo que fue un ejercicio lector de auténtico masoquismo, que con intención suicida mantuve  hasta el final.
Tras el consumatum est, el libro volvió al lugar de donde nunca debiera haber salido, por los siglos de los siglos amén.

lunes, 12 de marzo de 2012

Como también nosotros perdonamos

El “como también nosotros perdonamos a nuestros deudores” del Padre Nuestro es puro presente. No es un “pues ya hemos perdonado” ni un “como también nosotros habremos de perdonar”, sino una rara mezcla de los dos que se convierte en una autoexigencia, derivada de la exigencia del Padre. El cumplimiento que se pide es tan inmediato que se presenta como actual, un “hice-haré” que sólo vale si es un “hago”, ahora, hoy. Ante Dios nunca estamos ni en el pasado ni el futuro sino en el presente, donde la eternidad se cuela. Concuerda además a la perfección con el pan que sólo pedimos para hoy: “danos hoy nuestro pan”. ¿Es entonces un “que nos perdone hoy como también nosotros perdonamos hoy”? Tiene toda la pinta

jueves, 8 de marzo de 2012

Tres para tres (y los seis para Uno)


La Palabra, la Eucaristía, y el Hermano son las tres instancias sagradas que presencializan a Cristo. La palabra nos enseña la Verdad, la eucaristía hace manifiesta la Belleza, el Hermano nos insta al Bien.