domingo, 19 de febrero de 2012

Niños


Nos detuvimos a mirar como jugaban al fútbol un grupo de niños. Tendrían alrededor de nueve años. Me parecían de juguete, seres mágicos que el buen Dios tenía a bien regalarnos. Pensar que también yo había sido un niño me causó una sensación rara, como de incredulidad. ¿Yo, un niño, en aquellos lejanos y felices años? Imposible. ¿Cómo tal milagro?

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