martes, 29 de noviembre de 2011

Todos los lunes


Cruzaron sus miradas y la llama prendió. Después todo se volvió un apartar la vista y volver a ponerla, si bien los intervalos en que se sostenían los ojos eran cada vez más largos. Alguien tendría que dar el primer paso, realizar una maniobra de acercamiento, si no querían que la ocasión fuese una ocasión tirada. El atrevimiento los ganaría, la timidez los perdería. X. se levantó y se acercó con una sonrisa a Y.
-Hola.
-Hola.
- ¿Pue…
-Siént…-empezaron a decir, tropezándose.
Pasaron diez años y vuelven a la misma mesa del mismo bar todos los lunes, a las seis, como aquel día.

4 comentarios:

Fernando dijo...

Si sólo se ven los lunes
nunca se aburrirán el uno del otro.

Jesús dijo...

Si sólo se ven los lunes, nunca se amarán de verdad el uno al otro.

Fernando dijo...

O sí, que diría el gallego Rajoy.

Jesús dijo...

O no, que diría igualmente el mismo Rajoy.