sábado, 6 de febrero de 2010

Por eso

Desdicha tan pura, desesperación tan sublime, fuego al final en las entrañas remejidas, donde uno alcanza el fondo y por eso sabe.

2 comentarios:

Olga Bernad dijo...

Hace poco leí algo de Jon Juaristi a propósito del tema de lo sublime. No lo tengo delante, no puedo recordarlo literalmente, pero tu entrada me lo ha traído a la memoria. Venía a decir que Kant aportó algo importante al tema: consideraba que los espíritus más melancólicos están particularmente inclinados a la contemplación de lo sublime y que, aunque lo sublime y el dolor tienen lazos en común, eso equivale a afirmar que lo sublime ayuda finalmente a mitigar la melancolía.
Bueno, volveré a leerlo cuando pueda, pero me apetecía dejártelo.
Era un libro titulado "Sacra Némesis".
Saludos, Suso, buen finde, sublime pero espero que no demasiado melancólico;-)

Jesús dijo...

Que así sea, Olga.
Saludos, y gracias.