lunes, 30 de noviembre de 2009

Te amo

¿Bastará con que yo, callado, siga oyéndome decir “te amo”, “te amo”, “te amo”, para que algo llegue hasta ti, una esquirla?

domingo, 29 de noviembre de 2009

Mero y simple

Querer ser Atlas más que atlante, sostener todo el mundo más que un magro trozo suyo, no deponerse como salvamundos para ser mero y simple hombre. Curiosa tentación.

sábado, 28 de noviembre de 2009

¿Me hablarás?

El espejo mágico no le decía nada, la bola mágica no le decía nada, las cartas del Tarot no le decían nada, el horóscopo no le decía nada, las rayas de la mano no le decían nada, las borras del café no le decían nada, las vísceras del ave no le decían nada.
Y tú, Dios, ¿me hablarás?

viernes, 27 de noviembre de 2009

Ojos satélites

Intentaba que sus ojos se saliesen de sus órbitas y se convirtiesen en ojos satélites. Pero en vano. Nunca sabría verse a sí mismo desde fuera.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Te ruego

Cuanto más me llagas más me cubres de silencio. Quisiera decirte toda pero no puedo. De ferviente deseo me llenas pero no de mañas para cumplirlo. Te burlas, paseándote desnuda sin saber yo qué hacer para vestirte. Este servidor tuyo, afónico por mor de tu ausencia, te ruega que te quedes, palabra.

martes, 24 de noviembre de 2009

El viento

El viento y sus noticias frescas, las que trae aquí desde el otro lado del mundo, mensajero feliz en múltiples horas. A veces son el apunte de rostros desconocidos, aquéllos sobre los que se recostó y de los que extrajo una máscara, más bella cuanto más sutil. Lo sentimos también sobre el nuestro, culebreando sobre la nariz, resbalando por las mejillas, arremolinándose en los ojos, besando los labios, disparándose en el mentón. Suya nuestra cara en todos los senos del aire, para dejarlo allá, muy lejos, donde otros hombres esperan.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Cada palabra

Que cada palabra recoja la vida entera para que pueda dispensarla a manos llenas. Que no flirtee con la muerte y haga acopio de fuerzas, que se yerga victoriosa y ponga una corona de laurel sobre los vencidos. Que agote el ir para que, al volver, lo traiga todo. Que, de tan mía, no pueda ser sino tuya. Que sea.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Ponyo

Sólo muy de cuando en cuando me acuerdo de mis sueños, y todavía es más raro que tengan un dibujo claro, con líneas y colores nítidos. Ponyo en el acantilado, la película animada de Hayao Miyazaki, me facilitó uno de ellos. Estoy seguro de que sus imágenes acuáticas y subacuáticas fueron la causa de que por la noche me fuese dado acceder sin borrón ni nubosidad alguna a un gran espacio rectangular, una especie de inmenso pasillo done se mezclaban el agua y el éter, para flotar y moverme por él apenas sujeto por ninguna gravedad. Desprendido de mi peso, me paseaba a mis anchas, mitad pez, mitad ave, por tan maravilloso elemento.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Conformarse

Conformarse, darse forma a sí mismo con el cincel de la humildad, de modo que quede excluido todo lo que no sea la verdad de la propia vida, de ser mejor, de ser más, de ser uno mismo sin ningún tipo de resentimiento.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Atlante

En cada hora ser atlante, sosteniendo la parte de mundo que nos corresponda, sabiendo que así no aplastará a quienes no tengan fuerza para hacerlo. Acceder a ser relevados cuando seamos nosotros los débiles que podrían ser abatidos por ese oneroso mundo, dejando nuestra suerte en manos de los que acepten cargar con él. Hermosa carrera de relevos, donde el testigo es siempre ese mundo que pasamos a otro cuando nosotros ya no podemos más.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Esos ojos

Esos ojos nuestros, ¡ay!, siempre entornados, incluso cuando extravertidos miran golosos los afueras, por su incesante cavilación, por su no poder abandonarse y levantar anclas de su ser interior para echarlas del todo en el mundo. Pero, ¿ha de esperarse otra cosa de los ojos de un hombre, que no es ni está sino desde sus adentros, desde sus mismidades, desde sus entrañas, hombre sólo en tanto que hombre interior, hombre entornado, hombre para sí y sólo por eso hombre en si?

martes, 17 de noviembre de 2009

-se

La bendita gana de ser en las palabras más allá de uno mismo, inventándose siempre, versionándose siempre, afirmando ese “-se” tras verbos múltiples que pongan en pie de paz la realidad más propia. Ser, serse, en la narración.

lunes, 16 de noviembre de 2009

El espejo

Fantaseaba con la idea de que hubiese un espejo que le devolviese una versión renovada de sí mismo, un mejor yo, que se saldría fuera y sustituiría al original. Tal cosa sólo podría ocurrir en ocasiones excepcionales, cuando el espejo no soportase reflejar un yo muy gastado y miserable y se viera en la obligación de remontarlo instaurando uno nuevo.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Ver viéndose...

Ese ojo que mira pero que en realidad se mira; ese oído que oye pero que en realidad se oye; ese tacto que palpa pero que en realidad se palpa; ese gusto que saborea pero que en realidad se saborea; ese olfato que huele pero que en realidad se huele…
Ese ojo que se mira pero que en realidad mira; ese oído que se oye pero que en realidad oye; ese tacto que se palpa pero que en realidad palpa; ese gusto que se saborea pero que en realidad saborea; ese olfato que se huele pero que en realidad huele…

sábado, 14 de noviembre de 2009

Rotundo ser

Su rotundo ser emergía, en medio de la podredumbre y de la muerte, como faro salvador. No necesitaba pronunciar ninguna palabra. Le bastaba estar para que de su carne brotase siempre un sí, una afirmación que hacía imposible cualquier mal. En torno suyo se volvía el miedo el colmo de la insensatez y la confianza más fácil que respirar. Grandes espacios se abrían donde quiera que estuviese, y a ellos acudían los necesitados de bendición.

viernes, 13 de noviembre de 2009

He aquí el hombre

El hombre se individua, afila su perfil hasta la más intensa concreción, se hace esta nariz, y no otra, estas pestañas, y no otras, esta frente, y no otra, estos labios, y no otros, esta mandíbula, y no otra, y así con todo. Desdeña toda abstracción, todo falso universalismo, de modo que sólo el novelista, el poeta, el pintor, el fotógrafo, el cineasta sabrán decirnos: ¡He aquí el hombre!

jueves, 12 de noviembre de 2009

Hacerse río

¡Qué hermoso hacerse río en la letra, cabalgándola y dejándose llevar por ella, y no para morir con él sino para ser mar en la letra, océano en ella, corriente cálida y fría, profundidad abisal y ola respingona!

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Él, ella

Se los encontraba siempre a la hora de su llegada al trabajo, cuando cruzaba la principal avenida del pueblo.
Él, una sonrisa amplia de oreja a oreja, indesmayable, infantil, simplicísima. Bien podría desaparecer en ella y quedar convertido en dos líneas de dientes, como el gato de Alicia, sin que nadie echase en falta el resto de su cuerpo. La expresión de su cara aireaba un techo mental un poco por debajo de la línea de la normalidad. ¿Sería acaso un border line? Sería.
Sumamente elegante ella, percha siempre de las mejores prendas, nutridas por un armario al parecer inagotable, y un pelo arreglado para hacerla veinte centímetros más alta, verdadera torre sobre la cabeza, simétrica a la que crecía bajo sus pies en forma de tacones. Estaba claro que, por ambos extremos, ella se alargaba.

martes, 10 de noviembre de 2009

Alumbrar

Me alumbras: me das a luz y me das luz, me traes a la vida y me mantienes en ella. No me alumbrarías del todo si haciendo lo primero no hicieses lo segundo. Hermoso verbo, que vivifica dos pájaros de un tiro (de luz).

lunes, 9 de noviembre de 2009

Se ha ido

Se ha ido, ya no está, decimos del muerto. La imagen del viaje proclama una ausencia, no una aniquilación. Dice que no está, no que no sea. Al ateo que se sirva de esta fórmula el lenguaje lo traiciona, porque el que se va se va a algún lado para estar y ser en él. En buena lógica, los negadores de un cielo y tierra nuevos más allá de la muerte debieran añadir, remachando, “ya no es”. Pero está bien que el lenguaje nos lleve la contraria para poner esperanza allí donde nosotros la negamos.

sábado, 7 de noviembre de 2009

La noche

La noche mengua los defectos, los duros perfiles. Acrecido bajo las luces de las lámparas de mesa, regresa lo bueno, no se siente expulsado, habita en los corazones. De casa en casa, a través de las ventanas con postigos todavía sin echar, corre el fluido eléctrico hermanando a sus moradores, mensaje que la noche no confunde, al contrario, ella lo porta mejor que nadie. De noche, siempre de noche, para salvarse de la realidad diurna, tan cruda.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Recuerdos

Pienso en mi infancia y el primer recuerdo es un salto, el que yo y algunos amigos teníamos que dar para sortear el obstáculo que había a la altura de la cocina, por la parte de atrás del Colegio Mª Inmaculada, donde estudiábamos. Era una trastada nocturna, con la que pretendíamos asustar a quienes estaban con los fogones, o al menos dejar un rastro relampagueante que les hiciera alzar la mirada y sobresaltarse al ver que alguien pasaba rápida y fugazmente. Si detengo en foto fija mi recuerdo, me veo a mi mismo en pleno salto, quieto en el aire, mirando hacia el interior de la cocina, con una sonrisa olímpica y aspecto de trasgo lince.
El salto a la cuerda es también otro recuerdo preferido de mi infancia y adolescencia. Yo salía vencedor en muchas ocasiones, en competición a veces muy apretada, sobre todo al final cuando, quedando ya sólo dos saltadores, giraba la cuerda muy rápido. Había que ser velocísimo para salir de la cuerda, dar la vuelta en torno al cuerdista, y volver a entrar en ella. Me parece estar oyendo hoy su golpe contra el suelo, su zumbido en el aire, su giro vertiginoso. Y otra vez aquí me veo lince y gimnasta como ya nunca volví a serlo.

martes, 3 de noviembre de 2009

Algo nuevo

Siempre tendría a mano el texto de Rilke, aquél que dice que la tristeza “son los momentos en que ha entrado algo nuevo en nosotros”, para justificar la suya, leve pero persistente, que desde hacía tiempo se había apoderado de él. Se veía así mismo enarbolando eso “nuevo” como si fuese un trofeo, para quedar satisfecho ante los demás y ante sí mismo. “Miradlo todos, no ha sido en vano, he aquí el fruto de la pena que censurabais, de la que yo mismo abjuraba”. Sí, Rilke era la clave, su frase era la clave. Ahora se trataba de incubar bien el huevo de su tristeza para que no se fuese al traste su triunfo.

lunes, 2 de noviembre de 2009

El rudo vivir

Le gustaría verse a sí mismo como un personaje de novela ya terminado, con su historia completa, su destino contado, sus circunstancias descritas, sus contradicciones interpretadas, alguien del que se pudiera decir, por ejemplo, “que pasaba sus horas de duelo tomando té y escuchando música en la radio”, de modo que, sustanciado en una frase clara y concisa, con toda la luz en ella, sin más pliegues ni recovecos ni vueltas ni fisuras, pudiese vivir sin tener que hacer su vida, sólo copiarla. Sin  embargo, no sería así. Arrojado al rudo vivir, como todo hombre sobre el mundo, debería hacerse, construirse, con luz o sin ella, acertada o equivocadamente, arriesgándolo todo en cada lance. Todavía no había descubierto la grandeza que había en esto. De momento, sólo veía su dureza.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Magma

Lo que no llega a ser pensamiento ni imagen, lo que, por no llegar, ni llega siquiera a ser subpensamiento ni subimagen, esos flecos o menos que flecos deshilachados o más que deshilachados, ese magma que es siempre el fondo de nuestra mente, ni benéfico ni escalofriante, sino neutral, ¿qué es, qué vale en nuestra vida, a dónde va, de dónde viene, en qué medida empuja o detiene nuestros proyectos, sueños, decisiones? ¿Cómo se funda, cómo se funde, cómo se confunde?