lunes, 22 de diciembre de 2008

Fuera de mí

Lo que en mí no halla asidero ni asiento, lo que en mí resbala y no queda, aquello para lo que soy arena y no tierra, todo lo que no encuentra casa en mí: ¿podrá ser mío algún día?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los senderos de la vida son innumerables y de aquellos que renegamos puede que acabemos aceptando y de esos que olvidamos, talvez se encuentren a nuestro lado.
¿Dónde estar, quien ser y que apreciar?
Solo el tiempo y nuestro destino nos lo dirá.

RD.