domingo, 9 de marzo de 2008

Sobrevivir

Si el derrumbe de una persona me desconsuela, el resurgimiento de otra hace lo contrario. Cuando quedo descorazonado al saber del abatimiento invencible de alguien a causa de una desgracia, necesito como el aire quedar "corazonado" con el conocimiento de una historia de un superviviente, alguien que, allí donde quedó sepultado, allí también comenzó a levantarse agarrándose con uñas y dientes a la vida, logrando al fin quedar del todo erguido sobre la tierra que antes lo sepultaba. Volver a la vida tras haber sido apalizado por ella: he aquí una de las lecciones que más me impresionan, me conmueven, me enseñan y me consuelan.

4 comentarios:

Juan Antonio González Romano dijo...

Te devuelvo la visita y te anuncio que me tendrás por aquí a menudo. Buenas reflexiones, sí señor.

Jesús dijo...

Muchas gracias, Juan Antonio.

©Dríada dijo...

Hola, he entrado aquí mirando perfiles. Me gusta tu blog.

Saludos.

Jesús dijo...

Gracias, driada.