lunes, 31 de marzo de 2008

La vida y la luna

En plenitud, sin faltar ni sobrar nadar, redonda la vida: luna llena. Aquí un hueco, allí un vacío, abren pendientes hacia abajo: cuarto menguante. Tocado el fondo, sin nada, o muero o me renuevo: luna nueva. Briznas de ser caen, cubriendo van las nadas, sube el caudal de la ilusión: cuarto creciente.

domingo, 30 de marzo de 2008

Una del Oeste

Veo El sexto fugitivo, de John Sturges, y se ratifica una vez más mi fascinación por el western. ¿Cuál es su raíz? ¿Qué tienen las películas del oeste para que me cautiven de tal modo? ¿Será que en él se aúnan, como en ningún otro género, lo íntimo, privado, familiar e intrahistórico por un lado, y lo abierto, paisajístico, aventurero, transfronterizo por el otro? ¿Será que lo primero, la lírica, y lo segundo, la épica, se suman de tal modo que encuentro en él satisfechas mi sed de ambas cosas, el verso que me habla de lo cercano y la prosa que me habla de lo lejano? Amo su querencia de hogar, pero también su querencia de aventura; amo su querencia de arraigo, pero también su querencia de libertad; amo su querencia de asentamiento y rancho propio, pero también su querencia de vasta tierra y horizonte nunca alcanzado.

domingo, 23 de marzo de 2008

Pascua nevada

Pascua florida no, sino Pascua nevada: esta mañana, tal fue el regalo de la noche. La nieve es también flor, flor del agua, y sobre ella deja Jesús, al salir de su tumba, huellas encendidas, que nosotros, por no perderle la pista, vamos siguiendo, una a una, como si fuese un juego, el juego de resucitar con él y hacerse blancos, los muñecos de nieve y resurrección que el Hombre Niño Jesús hace de nosotros, muñecos que gritan su albura y paren sobre el mundo todos los colores.

viernes, 21 de marzo de 2008

Envenenado de belleza

Murió Anthony Minghella, el director de El paciente inglés. Con esta película experimenté algo insólito: salí de ella "envenenado" de belleza, tan envenenado, que creía tener en mi cuerpoalma un tóxico que me destruiría de pura fascinación. Casi no podía soportarlo. Me vi en la necesidad de aplicarme un "antídoto" de mediocridad que me librase del hechizo, del estado de ebriedad en que me hallaba. Al llegar a casa di con él: Lina Morgan y su Hostal Royal Manzanares. Sobreviví al golpe brutal de la Belleza.

jueves, 20 de marzo de 2008

Dantesco

Habría que ampliar el significado del adjetivo "dantesco", toda vez que La Divina Comedia no sólo tiene Infierno, sino también Purgatorio y Cielo. De aplicarse sólo a situaciones calamitosas, "infernales", pasaríamos a una más amplia aplicación, que incluiría la referencia a situaciones "purgativas" y "celestiales". Desde este punto de vista, "dantesca" sería también toda experiencia desbastadora, la que nos libra de costras y demás andamiaje innecesario, y nos deja, tras el paso por el fuego purificador, más buenos, más sabios, más contentos. Y, en tercer lugar, merecería igualmente ser llamado "dantesco" todo momento "celestial", es decir, cuando la felicidad nos invade con causa conocida o desconocida y nos sentimos transportados al séptimo cielo.

lunes, 10 de marzo de 2008

Al azar de Baltasar

Al azar de Baltasar, de Robert Bresson. Sequedad, automatismo en la actuación de sus protagonistas, que evita la emoción que nacería de la interpretación de un actor profesional a cambio de conseguir otra muy distinta, la que nace, cortante y casi muda, de sus "modelos", en terminología del propio director. Por momentos, uno cree estar frente a robots, pero robots verdaderamente humanos, por lo tanto no robots. Menudo lío. Los modelos de Bresson no "actúan" en el sentido habitual de la palabra, sino que "están", se dejan "ser" desde lo que el director les pide, que sean ellos mismos desnudándose de sí mismos. Y sigue el lío. Tienen intensidad "icónica". Y dejo aquí lo que me ha inspirado la maravillosa película de Bresson.

domingo, 9 de marzo de 2008

Sobrevivir

Si el derrumbe de una persona me desconsuela, el resurgimiento de otra hace lo contrario. Cuando quedo descorazonado al saber del abatimiento invencible de alguien a causa de una desgracia, necesito como el aire quedar "corazonado" con el conocimiento de una historia de un superviviente, alguien que, allí donde quedó sepultado, allí también comenzó a levantarse agarrándose con uñas y dientes a la vida, logrando al fin quedar del todo erguido sobre la tierra que antes lo sepultaba. Volver a la vida tras haber sido apalizado por ella: he aquí una de las lecciones que más me impresionan, me conmueven, me enseñan y me consuelan.

sábado, 8 de marzo de 2008

El encanto

El encanto es un aire halagüeño, candoroso, doméstico, que concede ligereza a las cosas y a los seres, que quita gravedad sin poner por ello vacío, que camina en zapatillas aunque a veces éstas vayan de tacón. Es chispeante sin llegar a ser deslumbrador, un vivaque a la luz de una hoguera y en medio de un bosque en el que los lobos son amigos de Caperucita.

jueves, 6 de marzo de 2008

Yo ocurrente, yo orante

Cuando quieres rezar, es decir, "tratar de amistad estando muchas veces a solas con quien sabemos nos ama" (Santa Teresa), ¡quién pudiera poner un bozal al "yo ocurrente" (José Antonio Marina), ese que cruza y recruza nuestra mente con imágenes, divagaciones, pensamientos, para conseguir una descansada mente en blanco! ¡Sí, quien tuviera la potencia del yogui para alejar toda esa telaraña torrencial, y, así, desarbolado ese yo, ver alzarse con toda su fuerza al "yo orante"! En esas estamos...

martes, 4 de marzo de 2008

Venderse

¿Qué hacer en esos momentos en que hambreas una emoción, un pellizco en el alma que te espabile, un bocado de realidad saciadora? Cualquier cosa menos venderse, y de venderse, venderse muy caro, disparatadamente caro, tanto que el mismo diablo tenga que desistir de la compra. Y es que hay Otro que puja más que él.

lunes, 3 de marzo de 2008

Visillo

Podría construirse una poética, incluso una filosofía, a partir de una palabra, de "visillo" por ejemplo, de hermosa sonoridad. Lo tengo en mi ventana y, cedazo para mis ojos, filtra la realidad que hay al otro lado, o mejor, la difumina, quedando mi mirada en parte retenida en él, en parte ida, en lo que puede, al otro lado.